jueves, 16 de octubre de 2014

Trastornos del aprendizaje

     Trastorno de Aprendizaje (TA) es un término genérico que hace referencia a un grupo heterogéneo de entidades que se manifiestan por dificultades en el aprendizaje de las habilidades académicas, particularmente en la lectura, cálculo y expresión escrita. Dichas dificultades interfieren significativamente en el rendimiento escolar, obstaculizando el adecuado progreso del niño/a y la consecución de las metas marcadas en los distintos planes educativos.
     A pesar de que suelen presentarse conjuntamente con alteraciones en el funcionamiento del sistema nervioso central, los TA no son el resultado de un retraso mental asociado, de una deficiencia sensorial o de un trastorno emocional grave. Estos trastornos surgen de alteraciones en los procesos cognoscitivos. Es probable que exista alguna alteración biológica secundaria, sin embargo, lo que los caracteriza es que el déficit se plantea en un área muy concreta (lectura, cálculo, etc.)

     El TA es una condición permanente que interfiere en la vida escolar del niño/a, porque crea una disparidad significativa entre su verdadero potencial y el rendimiento académico.

     Los déficits académicos pueden potenciar la vulnerabilidad del sujeto a manifestar otros problemas en áreas como la social (carencias en las habilidades sociales y de interacción social, relaciones conflictivas con personas significativas), la personal (baja autoestima), y la conductual (agresión, conducta antisocial).

     La prevalencia de estos trastornos arroja cifras dispares según los distintos estudios; no obstante, se estima que entre 5 y el 10% de todos los niños/as en edad escolar, lo que sugiere que entre uno y tres niños/as por aula tienen dificultades de aprendizaje. Además del total de personas con TA, el 80% tienen dificultades en el aprendizaje de la lectura. Estas alteraciones son más frecuentes en niños que en niñas.

Signos de alarma
     Es en la escuela infantil o cuando inicia la educación primaria cuando se empiezan a sospechar estas dificultades. Los padres comienzan a oír frases como «es un poco lento», «necesita mejorar su psicomotricidad», «se despista mucho», «no está bien lateralizado».

Educación infantil (0-6 años)
Lenguaje:
     - Problemas de pronunciación, habla ininteligible.
     - Dificultad para entender órdenes sencillas.
     - Dificultad para entender preguntas.
     - Desarrollo lento en la adquisición de palabras y/o frases.
     - Dificultad para expresar deseos o necesidades a través del lenguaje oral.
     - Dificultad para rimar palabras.
     - Falta de interés en relatos o cuentos.

Motricidad:
     - Torpeza en motricidad gruesa (como correr, saltar).
     - Equilibrio pobre.
     - Torpeza en la manipulación fina (como atarse botones o ponerse los zapatos).
     - Evitación de actividades como dibujar, hacer trazos, etc.

Desarrollo cognitivo:
     - Problemas en memorizar los días de la semana, el alfabeto, etc.
     - Problemas para recordar las actividades rutinarias. 
     - Dificultades en la noción causa-efecto, en contar y secuenciar.
     - Dificultades en conceptos básicos (como tamaño, forma, color).

Atención:
     - Alta distraibilidad, dificultades para permanecer en una tarea.
     - Hiperactividad y/o impulsividad excesiva.

Habilidad social:
     - Problemas de interacción, juega solo.
     - Cambios de humor bruscos.
     - Fácilmente frustrable.
     - Rabietas frecuentes.
     - Repetición constante de ideas, dificultad para cambiar de idea o de actividad.

Educación primaria (6-12 años)
Lenguaje:
     - Dificultad para aprender la correspondencia entre sonido/letra.
     - Errores al leer.
     - Dificultades para recordar palabras básicas.
     - Inhabilidad para contar una historia en una secuencia.

Matemáticas:
     - Problemas para aprender la hora o contar dinero.
     - Confusión de los signos matemáticos.
     - Transposición en la escritura de cifras.
     - Problemas para memorizar conceptos matemáticos.
     - Problemas para entender la posición de los números.
     - Dificultades para recordar los pasos de las operaciones matemáticas.

Motricidad:
     - Torpeza, pobre coordinación motor.
     - Dificultad para copiar en la pizarra.
     - Dificultad para alinear las cifras en una operación matemática.
     - Escritura pobre.

Atención
     - Dificultades para concentrarse en una tarea.
     - Dificultades para terminar un trabajo a tiempo.
     - Inhabilidad para seguir múltiples instrucciones.
     - Descuidado, despreocupado.
     - Rechazo ante los cambios de la rutina o ante conceptos nuevos.

Habilidad social.
    - Dificultad para entender gesto o expresiones faciales.
    - Dificultad para entender situaciones sociales.
    - Tendencia a malinterpretar comportamientos de compañeros o adultos.
    - Aparente falta de “sentido común”.

Educación secundaria (12-18 años)
Lenguaje:
     - Evita leer o escribir.
     - Tendencia a perder información cuando lee un texto.
     - Comprensión lectora pobre, dificultad para entender los temas leídos.
     - Pobreza en las redacciones orales y/o escritas.
     - Dificultad para aprender idiomas extranjeros.

Matemáticas:
     - Dificultades para entender conceptos abstractos.
     - Pobre habilidad para aplicar destrezas matemáticas.

Atención/Organización:
     - Dificultades para organizarse.
     - Problemas en tareas de elección múltiple.
     - Trabajo lento en clase y en exámenes.
     - Pobreza al tomar notas.
     - Pobre capacidad para corregir su trabajo.

Habilidad social:
     - Dificultad para aceptar críticas.
     - Problemas para negociar.
     - Dificultades para entender el punto de vista de otras personas.

Clasificación
     La tipología establecida por el Manual Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-IV) ha sido la siguiente:
Trastornos del aprendizaje:
  • Trastorno de la lectura
  • Trastorno del cálculo
  • Trastorno de la expresión escrita
  • Trastorno del aprendizaje no especificado

También son etiquetados como:
  • Trastorno de la lectura o dislexia.
  • Trastorno del cálculo o discalculia.
  • Trastorno de la expresión escrita o disgrafía.

Tratamiento
     La identificación temprana de la situación y el tratamiento eficaz y continuo ayudan al estudiante a superar esta barrera y a llevar una vida académica y emocional normal. Por ello es importante que se realice un diagnóstico oportuno, el cual será el primer paso para obtener resultados positivos y una clara mejoría en el rendimiento escolar.

     No puede generalizarse sobre la evolución de los TA pues dependerá de la severidad del trastorno, edad a la que se diagnostica y trata, tipo y duración del tratamiento, presencia o ausencia de problemas asociados de otro tipo y soporte escolar y familiar que el niño/a tiene. Si se les proporciona la ayuda adecuada, los niños/as con trastornos del aprendizaje pueden tener éxito en la escuela y en la vida.
   


Mª Concepción Torres Gutiérrez
Psicóloga 
Col: Nº AN-07028


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