El entrenamiento en
autoinstrucciones es una técnica cognitiva cuyo objetivo principal es enseñar al
paciente a usar autoverbalizaciones (verbalizaciones internas o pensamientos)
en forma de autoinstrucciones para cambiar y controlar conductas. Se le entrena
a introducir inicialmente un cambio en sus autoverbalizaciones para modificar
finalmente su comportamiento manifiesto, con la finalidad de mejorar su
habilidad o aumentar su nivel de control o solucionar su problema.
Los antecedentes históricos de
la técnica del Entrenamiento en Autoinstrucciones, se remontan a los trabajos
llevados a cabo por Meichenbaum en los años sesenta con niños hiperactivos y
agresivos, sin embargo, su preocupación por el papel del lenguaje como
controlador de la conducta motora surge a raíz de los estudios sobre autores
como Vygotski (1962) y Luria 1961 y más tarde, sobre Piaget. Meichenbaum
propone en 1977 definitivamente su entrenamiento en autoinstrucciones en el
marco de las técnicas cognitivo-conductuales.
A diferencia de la Terapia
Racional Emotiva (RET), el entrenamiento se centra más en la capacidad para
modificar la conducta y las emociones mediante las autoverbalizaciones, y menos
en el sistema de creencias e ideas irracionales del paciente. Meichenbaum
incluye autoinstrucciones de autorrefuerzo para las respuestas encaminadas a
resolver los problemas y o autoinstrucciones de afrontamiento ante el fracaso
(autocorrección). Basándose en el supuesto de que podríamos modificar el
comportamiento mediante el cambio de las propias verbalizaciones, las autoinstrucciones
positivas, flexibles y adaptativas generarías sentimientos positivos y
comportamiento adaptativo; en cambio autoinstrucciones negativas provocarían
malestar y conducta desadaptativa.
El objetivo principal en el
entrenamiento en autoinstrucciones ,como diría José Santacreu , no es otro que
“enseñar correctamente un tipo general de instrucciones que puedan facilitar al
sujeto una rápida y eficaz actuación, teniendo en cuenta sus características
principales” ,fomentando en el paciente una “actitud de resolución de problemas
y generar autoinstrucciones más útiles y positivas para llevar a cabo una tarea
o afrontar una situación conflictiva con el menor coste posible (J C.
Sierra.).2005.
En primer lugar se entrena al
paciente en verbalizar la autoinstrucción en voz alta y, más tarde, de forma
interiorizada. Al final del entrenamiento, el paciente puede emplear las
autoverbalizaciones para controlar su conducta generalizando lo aprendido a
otras situaciones. En cierto modo el entrenamiento en autoinstrucciones
consiste en modelar una serie de pensamientos y verbalizaciones destinados a
controlar la conducta.
La selección de las
autoinstrucciones, se hace normalmente en función del tipo de problema y abarca
las distintas secuencias o fases de la conducta objetivo. En su entrenamiento,
se utiliza en la medida de lo posible las autoinstrucciones propias,
enfatizando sobre todo, en aquellas que el paciente ha utilizado previamente
con cierta eficacia en el control de su conducta. Es recomendable que sean
precisas, específicas, centradas en el presente, que fomenten la competencia y
que anticipen consecuencias positivas, centrando al paciente en los aspectos
más positivos de su conducta.
Una vez que el paciente ha
asimilado el planteamiento de la técnica según Meichenbaum (1991), las fases
recomendables para llevarla a cabo son:
- Modelado cognitivo: El terapeuta hace de modelo y realiza una tarea o afronta una situación problemática mientras se hable a sí mismo en voz alta, el paciente presta atención y aprende por observación como enfrentarse a la situación aversiva
- Guía externa en voz alta: El paciente realiza la tarea bajo las instrucciones del terapeuta.
- Autoinstrucciones en voz alta: El paciente afronta la situación y emplea las autoinstrucciones en voz alta, mientras el terapeuta orienta y refuerza las mismas.
- Autoinstrucciones enmascaradas: El paciente dice las autoinstrucciones enmascarándolas en voz muy baja, el terapeuta refuerza las mismas.
- Autoinstrucciones encubiertas: El paciente realiza todo el proceso solo y con autoinstrucciones encubiertas, el terapeuta orienta y refuerza las autoinstrucciones encubiertas.
Para facilitar el aprendizaje
y la generalización de la técnica, se anima al paciente a practicar la técnica
,además , para recordar la secuencia de autoinstrucciones en caso de
experimentar ansiedad o malestar, se le facilita por escrito el esquema
nemónico de Altaimer y cols (1982) basado en Meichenbaum (1987) citado en G.
Buela-Casal y J.C. Sierra 2005:
- S (Sens) Percibir la ansiedad cuando aparezca.
- T (Think) Pensar en la conversación con uno mismo.
- I (Instruct) Autoinstruirse para cambiar los pensamientos de afrontamiento negativos por otros alternativos. R (Relax) Relajarse.
- R (Reward) Autorreforzarse por el afrontamiento exitoso o en cualquier caso por haberlo intentado.
Mohammed Jamil El Bahi
Psicólogo/Psicoterapeuta
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