jueves, 17 de marzo de 2011

La relación de pareja como contexto de intercambio interpersonal



"Amar, no es mirarse el uno al otro, es mirar conjuntamente en la misma dirección”.
Antoine de Saint-Exupéry.

Según el modelo de intercambio conductual, tanto las propiedades como el contexto de las relaciones interpersonales, se sitúan en un esquema de convenios racionales. Este modelo establece que las parejas en conflicto intercambian menos gratificaciones que las parejas sin ello; asimismo y debido a déficit en la comunicación, a menudo suelen utilizar estrategias de control basadas en el castigo y el reforzamiento negativo. ¿Cuáles son los principales determinantes de la interacción en la relación de pareja?, ¿Sus fuentes de conflicto?, y ¿Qué estrategias de intervención propone este modelo para los problemas de relación de pareja?.


Principales factores determinantes de la interacción.
La relación de pareja se rige por los mismos principios que cualquier relación interpersonal y por lo tanto obedece a las mismas leyes de aprendizaje social. La relación en este sentido, se basa en el intercambio de refuerzos entres los miembros de la pareja, cada uno busca aquella pareja que le puede proporcionar mayor cantidad de estimulación positiva y mayor número de conductas gratificantes en el mayor numero de aéreas posibles. Una vez encontrado/a el/la candidato/a idóneo/a, los refuerzos mutuos entran en juego mediante la realización de actividades agradables para ambos, intereses mutuos.etc, favoreciendo la consolidación de la interacción.
Basándose en la premisa de que los campos de interacción a nivel de pareja o familiar son mayores que cualquier otra clase de relación, la relación creada en el marco de la pareja se considera interdependiente, ya que cada conducta de uno de los miembros, está en función de las consecuencias que provoca en el otro dicha conducta (Minuchin ,1974), cada miembro de la pareja constituye un reforzador para el otro, adquiriendo, por lo tanto la posibilidad de control sobre su comportamiento. La capacidad de control hace que cada miembro sea menos autónomo, obligándole a buscar un funcionamiento conjunto para mantener el equilibrio de fuerzas en la relación, modificar su conducta si la situación lo requiere para garantizar el continuo suministro de refuerzos por parte del otro miembro de la pareja. En las parejas ajustadas, el control se ejerce de manera adecuada y positiva (tasa más alta de conductas agradables), mientras que en las parejas disfuncionales predomina el control aversivo (tasa más alta de conductas aversivas).
Fuentes de conflicto.
En la fase inicial de la relación, la tasa de refuerzos suele ser más alta debido a la cantidad de actividades compartidas y oportunidades de interacción que fomentan el intercambio de conductas agradables y expectativas positivas para ambos. La falta de información, la novedad y el contexto poco exigente favorece la idealización del otro, generando así expectativas poco realista. Según el modelo conductual el desfase entre las expectativas y la realidad constituye una de las fuentes principales de conflicto en la pareja. Con el tiempo, los elementos que eran reforzadores anteriormente pierden su poder, sobre todo si la pareja se estanca o no busca nuevos elementos y formas de gratificaciones comunes para afianzar la relación, constituyendo así otra de las fuentes de conflicto en la pareja.
La pareja para sobrevivir, tiene que estar en movimiento para adaptarse continuamente a nuevas circunstancias crisis o situaciones conflictivas a las que tratan de buscar soluciones, cambiando la conducta de uno u otro o buscando un reajuste de la situación. En general muchas parejas encuentran en ellas mismas los recursos necesarios que les pueden permitir superar las dificultades ,sin embargo otras en las que la insatisfacción mutua reina a sus anchas ,para provocar el cambio deseado recurren a estrategias coercitivas ,si el resultado es desfavorable recuren a la estimulación aversiva y o cese de refuerzos.( Stuart, 1969, Birchler ,1975), lo que provocaría un refuerzo negativo para la conducta de cambio y otro positivo para la demanda del mismo, los estímulos aversivos a su vez generarían respuestas aversivas o de evitación lo que acentuaría aún más el conflicto.
Los cambios que se producen en el ambiente externo y que afectan su equilibrio y estabilidad, también pueden ser otra fuente de conflicto. (Aparición de una tercera persona, cambios a nivel laboral, profesional o incluso cambios sociales que pueden afectar la estructura de la pareja. Los desajustes en la pareja puede afectar las distintas aéreas de la convivencia como: las relaciones familiares, amistades y tiempo libre, las finanzas, la filosofía de vida, la educación de los hijos, la sexualidad y el la expresión de afecto el reparto de tareas.
Estrategias de intervención.
Enclavado dentro del paradigma del condicionamiento operante, y los principios de la modificación de conducta, fundamentalmente el enfoque conductual se ha centrado en términos generales en cambiar los patrones diádicos de interacción., especialmente en cambiar la manera habitual en la que la pareja proporciona consecuencias (positivas o negativas) a las conductas del otro. Por lo general, la intervención se centra en las siguientes principales áreas: Intercambio de gratificación, comunicación, negociación y resoluciones de problemas (identificar los acontecimientos antecedentes, anticipar y planificar las posibles fuentes futuras de estrés y estructurar los acuerdos) empleando para ello distintos procedimientos conductuales como: Instrucciones, ensayo de conducta, feedback. En cuanto a los objetivos y metas a alcanzar, el enfoque conductual pretende corregir el patrón conductual disfuncional, aumentar la tasa de intercambio conductas positivas, reconceptualizar y redefinir el conflicto teniendo en cuenta su carácter interpersonal y modificar los patrones de interacción para dotar a la pareja de recursos suficientes para afrontar futuras crisis.
El modelo conductual de la pareja, combina el entrenamiento en incremento de refuerzos, entrenamiento en comunicación y de resolución de problemas, contratos de contingencia y negociación. Estas variables predictivas de la satisfacción marital, sin embargo no son suficientes para explicar la satisfacción de pareja , hecho que hizo que muchos terapeutas de pareja conductuales incorporar elementos cognitivos a sus intervenciones (expectativas ,creencia y atribuciones ) para enseñar alternativas atribucionales a conductas negativas y examinar las expectativas y modelos que cada miembro de la pareja tiene de la relación .El enfoque cognitivo-conductual considera el problema de pareja como el resultado de patrones disfuncionales de pensamiento y de conductas. (Baucom y Epstein, 1990).



Mohammed Jamil El Bahi
Psicólogo/ Psicoterapeuta
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